Esta noche quiero compartir con todos vosotros una reflexión que me encanta:
Ahora sé que todos tenemos dos vidas: la que nos sirve para aprender, y la que vivimos según ese aprendizaje.
Un regalo, sólo es un regalo cuando le das a una persona lo que ella desea, y deja de serlo cuando le das lo que tú deseas que tenga. Un regalo no obliga a nada. Se da sin condiciones. Las personas que lo reciben tienen derecho a hacer con él lo que quieran.
Hoy he recibido muchos de estos regalos y los he devuelto todos a las personas que me lo han ofrecido y quien me conoce sabe que hablo de un "ABRAZO". El abrazo del oso.
Un abrazo tiene que durar 6 segundos para que tenga un impacto químico en el cerebro. Un abrazo de verdad ayuda a mejorar la saludo física y mental.
En los primeros segundos es posible que alguno de esos abrazos sean forzados o rígidos, incluso puede haber cierta resistencia o rechazo, pero cuando se llega al sexto segundo suele darse una especie de confianza en la que se conecta de verdad. Los niveles de serotonina suben y producen un efecto relajante y envolvente.
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