Esta noche me quiero despedir de todos vosotros con un cuento muy cortito que he leído por mediación de Bresso. A veces otras personas en situaciones inesperadas hacen comentarios que coinciden perfectamente con tus opiniones, y hoy ha ocurrido algo parecido. Os dejo el cuento y la reflexión de Bresso que me parece de una gran madurez y de una coherencia especial.
Esta reflexión nos ayuda a ser mejores personas y más tolerantes ante la diversidad social.
Cuentan que había un hombre poniendo flores en la tumba de su difunta mujer cuando, de repente, vio que un hombre bajito, de ojos rasgados (un chino), ponía un plato de arroz en la tumba de al lado. El hombre, en tono de burla, se dirigió al chino y le dijo:
- Perdone señor, ¿de verdad cree que su muerto vendrá a comer arroz?.
El chino se quedó mirando fijamente a los ojos y en tono solemne, le respondió:
- Sí señor.... en el mismo momento en el que su muerto venga a oler sus flores...."
A veces olvidamos que todos somos diferentes, pensamos diferente, actuamos diferente. Y lamentablemente al juzgar, perdemos una energía valiosísima, perdemos la posibilidad de ser feliz, de aprender, de adquirir sabiduría.
Ante lo diferente, lo mejor es comprender, o aprender a comprender... y esto es, no juzgar, aceptar e intentar ponerse en el lugar del otro (empatía).
Muchas Gracias, Bresso, creo que esta noche has dado una buena lección a muchas personas. Y que cada uno haga con ella lo que quiera.
Esta reflexión nos ayuda a ser mejores personas y más tolerantes ante la diversidad social.
Cuentan que había un hombre poniendo flores en la tumba de su difunta mujer cuando, de repente, vio que un hombre bajito, de ojos rasgados (un chino), ponía un plato de arroz en la tumba de al lado. El hombre, en tono de burla, se dirigió al chino y le dijo:
- Perdone señor, ¿de verdad cree que su muerto vendrá a comer arroz?.
El chino se quedó mirando fijamente a los ojos y en tono solemne, le respondió:
- Sí señor.... en el mismo momento en el que su muerto venga a oler sus flores...."
A veces olvidamos que todos somos diferentes, pensamos diferente, actuamos diferente. Y lamentablemente al juzgar, perdemos una energía valiosísima, perdemos la posibilidad de ser feliz, de aprender, de adquirir sabiduría.
Ante lo diferente, lo mejor es comprender, o aprender a comprender... y esto es, no juzgar, aceptar e intentar ponerse en el lugar del otro (empatía).
Muchas Gracias, Bresso, creo que esta noche has dado una buena lección a muchas personas. Y que cada uno haga con ella lo que quiera.
0 comments:
Post a Comment