Ya hemos visto que la ansiedad es un mecanismo de defensa que mantiene al cuerpo alerta ante cualquier peligro y nos ayuda a la huida o a la lucha. La ansiedad, es algo bueno, siempre que exista un peligro real pero se convierte en nuestro mayor enemigo cuando se dispara el mecanismo sin que haya situaciones reales que nos puedan dañar.
Voy a empezar poniendo hoy una lista de los síntomas más frecuentes que padecen las personas que tienen ansiedad independientemente de que sean conscientes de ello o no. Hay muchas personas con ansiedad que ni siquiera saben que están sufriendo esta enfermedad, no saben lo que les pasa, y lo achacan a cualquier motivo más lógico según su parecer.
Voy a empezar poniendo hoy una lista de los síntomas más frecuentes que padecen las personas que tienen ansiedad independientemente de que sean conscientes de ello o no. Hay muchas personas con ansiedad que ni siquiera saben que están sufriendo esta enfermedad, no saben lo que les pasa, y lo achacan a cualquier motivo más lógico según su parecer.
- Taquicardia y palpitaciones.
- Dilatación de pupilas.
- Hipersudoración.
- Boca seca
- Inquietud psicomotora.
- Temblores en manos, pies o cuerpo en general.
- Constricción de la mayoría de los vasos sanguíneos.
- Sensación de falta de aire, dificultad para respirar, opresión en el pecho.
- Tensión abdominal.
- Náuseas, vómitos.
- Sensaciones de mareo o vértigo.
- Inestabilidad en la marcha.
- Moverse continuamente de acá para allá.
- Tocar algo con las manos continuamente.
- Hiperactividad global.
Muchos de estos síntomas son los que padecen las personas con ansiedad pero no es necesario sufrirlos todos, es suficiente con padecer algunos de ellos para considerar que estamos pasando por un cuadro de ansiedad.
Me gustaría poner ejemplos prácticos de situaciones en las que estos síntomas se nos presentan y no somos conscientes de ello.
- Si te sientes mareado a lo largo del día de forma caprichosa o inconstante...
- Si cuando estás parado mucho tiempo con alguien te sientes inestable, como que pierdes el equilibrio...
- Si te crees que necesitas gafas o revisarte las viejas porque en ciertos momentos no enfocas al escribir...
- Si te resulta imposible leer una revista en la consulta de un médico mientras esperas porque no enfocas...
- Si cuando estás en una cola de un supermercado o de un banco te agobias o sientes la necesidad de moverte...
- Si cuando vas a grandes centros comerciales te sientes mal.
- Si los sitios con mucha gente te empiezan a agobiar, cuando antes te gustaban.
- Si en tiendas pequeñitas con muchas cosas por todas partes, crees que las vasa a tirar porque te vas para los lados...
- Si evitas los ascensores, los lugares concurridos, los medios de transporte público como el metro o el autobús en horas punta...
- Si sientes que te asfixias al ir andando y hablando al mismo tiempo.
- Si has perdido un poco la ilusión que te caracterizaba...
- Si haces malas digestiones a menudo o sientes pellizcos gástricos que te impiden comer...
- Si te entran taquicardias repentinas, o dolor/opresión en el pecho...
- Si te despiertas brúscamente por la noche sintiéndote muy mal, sudando, como si te pasara algo malo...
- Si evitas coger el coche cuando siempre te ha gustado conducir...
- Si ya no tienes ganas de viajar o salir tanto de casa...
...Es muy posible que estés pasando por un cuadro de ansiedad. El cuerpo empieza a darte un aviso de que tienes que frenar el ritmo, que tienes que plantearte la vida de otra forma, que tienes que vivir más el momento y no preocuparte tanto por el futuro, que tienes que darte más momentos de relajación, que tienes que dedicar más tiempo a cosas que te apasionen...
Que tienes que aprender a no exigirte tanto, a ser menos perfeccionista, a dejar cosas sin hacer en función de otras, a establecer prioridades en la vida, a tomarte tu tiempo de no hacer nada o de hacer lo que te gusta, a relajarte, a respirar, a meditar, a escuchar música...
Rosa
Rosa
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