Atraco en el Camp Nou y no es la primera vez que pasa. Ya el año pasado en la vuelta de Champions nos robaron allí. No somos llorones para nada, somos objetivos. Nos gusta el fútbol, no que nos roben.
Fue una lección de fútbol, y no precisamente del Barcelona.
El Real Madrid se mereció ganar, y además demostró que sí sabe jugarle al Barça.
Una vez más, el Madrid no tuvo nada a su favor, ni la suerte, ni el árbitro.
Vergüenza deben de sentir los culés, no solo por el hecho de haber robado claramente, sino porque aun robando el Madrid hizo un partido brillante, manejó al Barça como quiso y tuvo opciones hasta el final del partido.
Mentiroso el que diga lo contrario.
Es verdad, que también podría haber pitado un penalti a favor del Barça, pero ni mucho menos fue tan claro como la mano de Busquets, la de Abidal o el empujón de Puyol a Benzema que estaba solo en el área para rematar frente a Pinto.
El árbitro se cargó un clásico precioso de una manera bestial, sobre todo en la segunda parte en la que no dejó jugar casi nada, pitando falta tras falta.
Los jugadores del Barça se quejaban porque el Madrid no tiraba los balones fuera cuando había un jugador del Barça tendido en el suelo. Podría entender sus quejas si no fuera porque por el mínimo contacto se iban al suelo y se quedaban tendidos un rato largo hasta que conseguían que el árbitro parara el partido.
Pero dejando de lado al árbitro, un madridista no puede sentir ahora mismo más orgullo de su equipo.
Mourinho planteó un partido increíble, en el que el Real Madrid jugó como lo que es, un grande.
Conseguimos callar a algunos culés que definían el partido como un partido de trámite y también a aquellos que daban por hecho una manita.
Todos los jugadores del Madrid hicieron un partido sobresaliente, empezando por Özil, volvió el mago y con él su magia. Para mí sin duda, el mejor del partido.
Cristiano que otra vez participó mucho y metió el primer gol para el Madrid. También hay que destacar su trabajo en las ayudas defensivas.
Benzema fantástico como siempre, demostrando su clase y su calidad en el segundo gol del Madrid.
Aunque no haya habido remontada, este partido ha sido muy importante para la moral de los madridistas, tanto de los aficionados como de los jugadores.
La tristeza por la eliminación no es nada comparada con la satisfacción y el orgullo debido al partidazo realizado por los de Mourinho.
Ahora solo queda centrarse en la Champions y en la Liga, que es lo que de verdad nos importaba este año. También recordaré por si a alguno se le había olvidado, que seguimos a cinco puntos de diferencia.
¡HALA MADRID!
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