"EL MAR QUE LLEVO
DENTRO"
Ilustración de cubierta: José Ignacio Pérez Albericio
Rosa Fernández Salamanca. Pseudónimo: Caman Lasa.
A las personas que cantan al corazón
de la hierba, que se refugian en las estrellas
y me enamoran el alma,
a las que descubren el mar
tierra adentro...
y a un corazón alado.
Rosa
PRÓLOGO
Es difícil recordar cuando descubrí a Caman Lasa pero tengo la sensación de que siempre estuvo ahí, viviendo entre las páginas de un viejo libro llamado "Las mil mejores poesías".
Se alimentó durante mucho tiempo de los versos que mi madre escribía para mí y de otros muchos que asiduamente me recitaba. Así fue cómo conoció al Piyayo y se enteró de La Profecía de las lenguas de doble filo, paseó de la mano de los Álvarez Quintero por un jardín sonriente, soñó al igual que Machado que tenía a Dios en su corazón y se enamoró de Gustavo Adolfo Bécquer en el ángulo oscuro.
Cuando quería llorar, no lloraba y a veces lloraba sin querer y siempre se sintió atraída por la voz del contrabajo en "A ti, única" (Quinteto de la luna y el mar).
Ahora sé que Caman Lasa se vino a vivir conmigo el día que heredé aquel libro, y lo hizo desnuda, sin complejos, con el corazón al descubierto y asomado su yo, empeñada en vivir el sueño de ser polvo enamorado.
Rosa Fernández Salamanca
INTRODUCCIÓN
Una persona muy cercana a mí, que me suele mandar pequeños dardos para reflexionar me dijo hace poco que publicar este libro podría ser un acto de alimentación del ego. Por supuesto, comprendí que me buscaba y salí a su encuentro.
Una obra poética impecable desde el punto de vista literario alimentaría mi ego, pero en este caso no sólo no es así, sino que se acerca peligrosamente al extremo opuesto.
Su existencia está basada en la expresión de un sentimiento, síntoma de estabilidad emocional, necesaria para lograr un equilibrio en el marco de una vida sana.
La mayoría de las veces nos ocultamos porque somos conscientes de lo vulnerables que nos volvemos a los ojos de los demás, del miedo que nos da no ser aceptados y si voy más allá, no correspondidos. Sin embargo, si con algún verso de este libro soy capaz de transmitir a mi pareja que lo que sólo era un proyecto hace veinte años es hoy una realidad que sigue latiendo, si mi madre se da por enterada de que mis ladridos de perro los heredé de mi padre pero que toda mi sensibilidad se la debo a ella...entonces, habrá valido la pena sacarlos a pasear.
Si con algún verso llegara al corazón de mi tertuliana del alma, agradeciéndole el mensaje que me manda en el momento justo que empiezo a decaer, si con ellos pudiera expresarle a esa amiga que se fue, que me siento en deuda con ella y que estoy a su lado porque sé perfectamente lo que duele la mirada en bajamar...entonces, tendría sentido mostrar mi talón de Aquiles.
Por último, es mi intención exteriorizar a un amigo lo que significa su amistad, expresarle, que aunque todos elegimos libremente un sitio en la vida, por suerte para mí los sentimientos no tienen nada que elegir, caben todos en el corazón que al querer aleja las fronteras que la sinrazón impone.
Entonces...no es el ego el que crece sino que decrece en beneficio de la emoción, del sentimiento, de la persona.
Índice de Poemas.... Página en elaboración. Sin terminar.
- El Mar que llevo dentro
- Puedo respirarte
- La primavera se adelanta
- Despertar
- Tierra entre tus manos
- Amores que mojan la tierra
- Préstamo de corazones
- Nostalgia
- Lazos que no atan
- Me prendes
- La mirada de la Amistad
- Regalos
- Poema de amor
- A una hoja de papel
- Sentimientos silvestres
- Pulso entre mar y viento
- Para ti sueño...
- El cielo sobre mí
- Celos de ella
- Sueños de molino
- Como tus ojos...
- Duele la Mar cuando se marcha
- Tu capricho
- Mientras quede una en el cielo
- Sombras en el corazón
- Nenúfares blancos
- Al unísono
- Respiraciones
- Desde aquella estantería escondida...
- Gotas en el cristal
- Hagamos juntos un graffiti
- El viejo roble
- Amistades que son amores
- Mirada serena
- A un chelo
- La máquina del tiempo
- El acantilado
- El infinito suspendido
- A mi armónica
- Hibernar
- A un amigo
- Rosa
- Caída libre
- Salvaje y Auténtico
EL MAR QUE LLEVO DENTRO
Me siento a mirarlo y me parece un milagro
cómo cambia de forma a su gusto y a su antojo,
ayer lo recuerdo agitado y salvaje,
hoy, paz y calma ante mis ojos.
Y se cuela en el alma de hombres
de honor y gran coraje, pescadores humildes
marinos, piratas y salvajes.
Y nunca es igual y siempre es el mismo,
¡cuánto más lo miras, más lo conoces!
y ¡cuánto más lo conoces más te asusta!
y aun así lo amas y lo admiras.
Te atrapa, te engatusa, te da, te quita,
te trae y te lleva con un vaivén
que te adormece, te gana, te vence,
te estremece y nunca lo olvidas.
Si amas, ya lo sabes;
el Amor es el Mar que llevas dentro,
te gana, te vence, te estremece,
y nunca lo olvidas.
Te trae y te lleva, te da y te quita,
te engatusa, te atrapa,
¡cuanto más lo conoces mas te asusta!
y aun así lo amas y lo admiras.
Y aman todos; marinos, piratas y salvajes,
y se cuela en el alma ante tus ojos
adoptando la forma que quiere
“Es un capricho de Dios”
es un antojo.
PUEDO RESPIRARTE
Te siento tan cerca
que puedo
respirarte,
te adivino tras de mí,
sombra de mi sombra,
andando
sobre mojado;
mis huellas, son tus pasos,
mis estelas,
tatuajes
de tu corazón descalzo.
Puedo respirarte,
oigo
tu batir de alas
mirando al cielo,
intuyo
tus versos ocultos
bajo encajes de dolor,
requiebros
no paridos
cortejos incorpóreos,
crisálidas
que se duelen
recordando el ayer,
mariposas de seda
en corazón
de mudanza,
capullos hendidos
con jarabe de hiel.
LA PRIMAVERA SE ADELANTA
Amor mío, este año la primavera se adelanta
va muriendo la nieve lentamente,
va perdiendo el color albo la montaña.
La ladera despierta vestida de verde,
el cáliz dormido suave se abre
y el frío invierno ante mis ojos se pierde.
La lluvia perdona, olvida su ira,
moja los árboles con tiernas lágrimas,
perlas transparentes que a la mañana
me acercan el olor a tierra, a hierba mojada.
Y abro la ventana y todo es distinto,
cambia el color, muda el paisaje
pero siempre es igual tu mirada.
Pasión, amistad, amor y calma
son los colores, los sabores,
las cuatro estaciones del alma,
cuál de ellas mejor, cuál mas deseada.
yo, de todas enamorada.
Amor mío, este año la primavera se adelanta.
DESPERTAR
Cuando oigas
Cuando oigas
el crujir
de las hojas secas
en el suelo,
el fluir del agua,
el deslizar del río…
Cuando oigas
el mensaje de La Estrella,
el silencio de un bonsái,
la tortura,
ante las manos
que lo rinden…
Cuando oigas
el roce de las nubes
en el cielo,
más fuerte
si cabe,
que el bramar del viento
en la gris ventisca…
Entonces oirás
el palpitar, el aleteo,
el bombear
de la sangre,
el latir de unas manos,
el temblar
de mi sonrisa.
Se abrirán tus ojos
al sudor de las hojas,
al recuerdo del agua
al alboroto del río,
sentirás la brisa
sobre tu cara,
y se abrirán las flores.
AMORES QUE MOJAN LA TIERRA
Como acompaña la sombra al soto
y vuelve al atardecer el pájaro al nido.
Como retorna la estación cada año,
la flor, el fruto, el agua al río.
Como besa al ocaso el sol la linde
donde cielo y tierra se confunden;
Sé que en la próxima vida
este amor tan testarudo, resurgirá
del polvo y volverá a doler;
con la certeza del devenir de todo ciclo,
bajo el axioma: yo siempre te amaré.
Y sé que cada vida de las que viva
serán tuyos mis sueños,
privado box, donde cicatrizan mis heridas.
Y este viajar de almas peregrinas
mojará la tierra,
y los versos que corren por mis venas
mancharán de rojo las raíces profundas
que tanto duelen y sangran mis poemas.
PRÉSTAMO DE CORAZONES
Préstame tu corazón,
¡préstamelo!
para sentir
lo que tú sientes,
y mirar con tus ojos
cada amanecer,
vivir cada pulso
de tus emociones,
sístole y diástole,
de tus risas
y tus llantos percusiones.
Batallas no libradas,
cruzadas que despiertan
poemas
en tus labios,
y en ese instante me recreo
en tu infinito ser.
Palabras que recobran
almas dormidas,
despertares de memoria,
ojos, que una vez que miran,
nunca olvidan
si te vuelven a ver.
¡Préstame tu corazón!
y yo, te prestaré el mío,
y así sabrás
lo que siento
cuando por fin te veo…
…cuando por fin te miro.
NOSTALGIASe me distrae
el alma
cada atardecer;
nostalgia de ti
deambula
entre rojos y amarillos,
y sobre la hierba,
la noche
me sorprende
respirando el ayer.
El mismo azul
de mar,
el mismo rojo cielo,
ni el sol puede evitar,
rendirse
a la hierba verde.
Me absorbe el paisaje
que en mis manos
se adormece,
pero el tiempo
queda atrás,
tu imagen en mi retina
se pierde,
como se pierde el verde
cuando anochece.
LAZOS QUE NO ATAN
¿Alguna vez has sentido, una mirada
CELOS DE ELLA
GOTAS EN EL CRISTAL
RESPIRACIONES
EL ACANTILADO
LAZOS QUE NO ATAN
Palabras ocultas
en el fondo de un baúl,
llenas de polvo
y olvidadas,
surgen de repente
creando lazos que no atan
pero amarran fuerte
dos almas;
dos salvajes en el tiempo,
en la distancia,
dos corazones que buscan,
que lloran,
pero nunca callan.
ME PRENDES
Abrazada a ti
y al secretar
de tu historia,
a tu leyenda,
a tu recio tallo,
sensible al afecto humano,
a tu sabio tronco
que acalla el grito
y graba la caricia
en tu memoria.
Se me abre el corazón
cuando derramas
tus lágrimas
de resina,
cuando penas
con llanto quedo,
lento y suave,
imperceptible,
cuando soportas las tormentas
y te entregas
al viento…
Abrazada a ti,
tu esencia blanca
fluye por tus yemas,
como tesoro que yo almaceno
en la palma
de mis manos,
y recaudo con la yema
de mis dedos.
Me prendes,
y mis sueños atrapados quedan
bajo la fronda de tus ramas.
Y todavía, no sé
dónde hay más belleza;
¡si en el brotar de tu savia
o en tus raíces profundas!
LA MIRADA DE LA AMISTAD
que te abre cada vez que te mira?
Yo sí.
Y me siento profundamente feliz
de tener cerca a la persona que lo hace.
…Pero ahora tengo un problema;
sé que mis brazos darán para abrazarte
pero no sé, si mi corazón resistirá
la emoción que siente cada vez que lo desnudas.
Ni si este dique aguantará, la crecida del agua
tras las lluvias de primavera,
lluvias, de miradas que te desnudan el alma
y de abrazos que te inundan la mirada.
Es demasiado caudal
para este embalse tan pequeño,
y me falta entereza para alzarme
muro de contención.
¡Dios!
abre la presa y que este río de aguas claras,
virgen de corazón y sentimiento,
siga fluyendo por su cauce natural
hasta llegar al mar,…al mar que llevo dentro.
REGALOS
Me estremezco
verso a verso
andando sobre tus campos,
grano a grano,
tierra a tierra,
polvo de tus despertares,
de tus sueños y letargos,
de amores florecientes
al calor de tus manos,
frutos de ayer,
madrigales de lirios
trotando
sobre tus prados.
¡Vértigo! de asomarme
al balcón de tus recuerdos,
a tus mañanas y amaneceres,
a tus ocasos, a tus caricias…
a tus lágrimas grabadas
en la retina a fuego,
porque en ese instante en la mirada
un verso es una vida,
y tu vida me regalas
cada vez que me miras.
A UNA HOJA DE PAPEL
Porque sólo tú eres testigo
de las palabras de amor
que dos amantes a escondidas se mandan,
de sus desengaños amorosos
causantes del dolor,
de unas lágrimas derramadas
sobre tinta emborronada…
Porque sólo tú te llevas
los más ocultos secretos,
citas de amor, que arden
en el más sutil silencio,
llama roja
que convierte la pasión en fuego,
y al final sólo es humo
lo que queda en el recuerdo…
Porque guardas en ti
los versos y rimas creados,
por jóvenes y adolescentes…
por eso me dirijo a ti
en esta noche embrujada
para que me inspires un mensaje,
una palabra, un canto
que haga comprender
al que mi poema espera
que es mi amor, mi vida,
que le estoy amando.
SENTIMIENTOS SILVESTRES
En lo más profundo de uno,
viven sentimientos cautivos
en un pozo de agua dulce,
agua en tierras de otros,
tierras que tienen dueño y nombre propio.
Son pequeños arbustos que nacen en el pecho,
que florecen en tu boca
libres como el viento,
ajenos a contratos o arrendamientos.
Silvestres, como la jara, la lila y el lentisco,
buscan con ímpetu, su trocito de cielo,
pelean con otros su arraigo en el suelo.
A veces, crecen por error
en tierras equivocadas,
sin abonos, sin fertilizantes,
expuestos a las plagas,
nadie los fumiga, los alienta
y aun así, sobreviven:
calmando su sed en tierras de otros
en tierras que tienen dueño y nombre propio.
PULSO ENTRE MAR Y VIENTO
Hoy está la playa salvaje,
los pies descalzos en la arena,
la resaca se lleva mis pasos,
borra mis huellas.
Me gusta sentarme en la orilla
y ver romper las olas,
adivinar lo que sienten,
por qué lloran.
Pierdo la mirada en el mar.
Este mar, que me habla sin palabras
me viene a buscar,
salpica mis pies con rabia.
Creo, que me quiere contar su historia,
una confidencia de amor
que le brota del corazón
y escapa por su boca.
Y mientras, a lo lejos…un barco velero
pone rumbo a otras tierras,
acariciando otras aguas
al tiempo que iza sus velas.
Deja atrás el puerto de Cabo Palos,
sus noches de luna llena,
cuando acariciaba el Mar Mediterráneo
y besaba las playas de Cartagena.
Escucho una voz:
-Todo listo, Capitán. Fuerte viento por la popa.
-¡Amarren cabos, larguen velas…!
Soy testigo, es un pulso entre mar y viento,
el uno tirando hacia fuera, la otra,
hacia tierra adentro.
Comprendo que la mar esté furiosa;
no está dispuesta, a dejar a su amado
a merced de los vientos.
PARA TI
Para ti sueño…
una mirada prendida
en el llorar del sauce,
un anhelo callado
polvo de estrella fugaz,
el latir primero
de un corazón que nace,
y un sorprender
al vuelo
el caer de un jazmín.
Una ternura escudera,
un abrazo eterno,
un mirar sin fin.
Un continuo renacer
a la vida,
un indeleble roce,
un reamar sin reserva
para ti.
Para ti sueño…
…sueño, ser para ti.
EL CIELO SOBRE MÍ
El cielo sobre mí,
y la noche estrellada.
La luna,
centinela de guardia,
custodia este corazón
cautivo,
que al descuido,
abre empalizadas y escapa
con sus alas blancas.
Corre por los verdes valles
y los tiernos prados,
incesante,
busca el apacible arroyo
donde aquel día
se asomaron tus ojos
para beber de sus aguas.
Aguas frescas y cristalinas
donde calmar su sed,
sofocar sus ansias,
donde revivir tu imagen
en esta noche celeste,
en esta noche estrellada.
Tú estás ahí acariciando el viento,
inhalando este soplo que preciso
para seguir viviendo.
Te meces en sus brazos,
le rozas con tus labios,
¡cómo envidio el aire que respiras,
todo cuánto miras!
Un horizonte nuevo color esmeralda,
una tierra fértil que abraza tus raíces
cada día más profundas, más felices.
Galanteas con el cálido céfiro
que llega a ti, como suspiro de aliento,
el mismo que me está faltando
el mismo que me está doliendo.
Ahí fuera tú, amando.
aquí dentro yo, sufriendo.
Doliéndome cada brisa que respiras
punzando tus verdes ramas mis heridas.
Tras el cristal te observo…
Hojas grandes y alargadas
verde oscuro a la mirada,
desde aquí abajo descubro
quizás igual que él, tu precioso envés,
gris plata.
-¡Jardinero! ¿por qué le llaman árbol de fuego?
Mejor no me lo diga.
Cumpla con sus funciones y tale la grevilla.
Este roble sedoso
hace sombra en mi ventana,
no deja entrar la luz
ni el aire fresco de la mañana.
SUEÑOS DE MOLINO
Sueña el molino que es buque
sobre mares y océanos,
blancas manchas de óleo
surcando lienzos azules.
Son sus aspas grandes velas
que al contacto con el viento
surcan las aguas añiles
que le apetecen en sueños.
Se aventura mar adentro
cegado en su delirio,
por rozar otra boca
fruto del desvarío.
Y en su quimera la roza,
y en su silencio la besa,
llevando con él sus cruces
las mismas, que en el mar le pesan.
Asoma el alba
y el molino despierta
otra vez con el ancla en tierra
y las aspas secas;
apegado a sus raíces y a sus campos…
de día vive, de noche sueña.
COMO TUS OJOS
Si tuviera en mis manos un pincel,
una paleta y unos lienzos,
no dudaría
en pintar el mar tierra adentro;
en el corazón del hombre que ama,
donde se quedan las huellas
y se graban las palabras.
Allí donde la arena es blanca
y conserva en sus entrañas
la intimidad de amores vírgenes,
la inocencia de furtivas miradas.
Si tuviera los ojos del artista
pintaría para él, marinas agitadas,
bajo los rayos sonrojados de sol;
las mismas que agitan mi cuerpo
y me arrastran hasta sus playas.
Aguas azuladas o verdes,
donde los amores se esconden
y los fuegos se apagan,
como tus ojos, Marina,
que aún parece que me hablan…
DUELE LA MAR CUANDO SE MARCHA
Siempre imaginé
el mar
tierra adentro,
en el corazón
de la persona que ama,
donde las huellas
se quedan
y las palabras se graban.
Océanos de sentimientos
buscando sitio
en tierra firme,
para arraigarse como seres vivos
y echar raíces
como si fueran plantas.
Mares de emociones
que te agitan las entrañas,
mareas,
que zarandean tu cuerpo,
y te arrojan contra las rocas
cuando te bañas.
Lágrimas
que enrojecen tus ojos
por la sal que contienen.
Sentimientos
que al mojarte duelen,
como duele la mirada
en bajamar,
como duele la mar
cuando se marcha.
Caían gotas por el cristal de la ventana,
lánguidos caminos de deseos incontrolados,
bajaban len
ta
mente dos mundos enlazados
haciéndose promesas para mañana.
Todavía siento en mí el calor de aquella hoguera
dos cuerpos encendidos vibrando en melodía,
dos almas que desean juntas ver el nuevo día
formando un solo fuego y mientras tanto llueve fuera.
De pronto, casi dormido, te sorprende el crepúsculo
que te ilumina un maravilloso día otoñal,
unos ojos miran el ventanal con disimulo
y ya no llueve, ya no hay gotas en el cristal.
SOMBRAS EN EL CORAZÓN
SOMBRAS EN EL CORAZÓN
Está en sombras mi corazón.
Cae sobre el tejado la lluvia
en esta noche fría.
Aporrea con vigor la claraboya,
quiere entrar en mi oscura habitación
bruscamente iluminada
por este haz de luz
que un rayo me regala.
Es sólo un instante,
un destello luminoso que me recuerda
que la vida continúa en otra parte.
…Pero la lluvia sigue ahí,
buscando la fisura por donde colarse.
Está de duelo mi corazón,
pero no dejaré que esta lluvia me moje
trincaré las portezuelas y contendré las lágrimas.
RESPIRACIONES
Hay respiraciones
que dibujan
dunas en la arena
y embates en el mar
con su aliento,
vidas que dan relieve
a paisajes desabridos
creando cerros
donde llanuras,
cordilleras donde valles
con el deslizar
de sus dedos.
Hay sollozos,
que bautizan campos
con sus lágrimas
de labranza,
miradas que retardan
el último albor,
caricias que despiertan
la flor de madrugada…
personas que cantan
al corazón
de la hierba
que se refugian
en las estrellas
y me enamoran el alma.
EL ACANTILADO
Chocan las olas
contra el acantilado.
Se estrellan
presas de una fuerza irrefrenable,
un deseo desmedido por querer acelerar
el proceso de erosión;
filtrarse por las grietas y alcanzar,
las zonas profundas e íntimas
del corazón de la roca.
Irrumpir su intimidad un instante,
desaparecer después, dejando una huella
con dulce sabor a sal en su boca.
Son en su encuentro, ímpetu de pasión,
explosión de llanto y desconsuelo.
Fieles, puntuales, algo cambia cada vez
que se produce una cita,
inapreciable a la vista, sensible al ser
que mira el paisaje
con dominio del tiempo, sin prisa.
Tú el acantilado, yo la ola
que muere a tu lado. Mis poemas: Dep Legal: Mu-2231-2007
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